lunes, 23 de noviembre de 2015

Crack

Llora. Rómpete. Explota.
Que yo ya me voy armando de paciencia para volver a pegar, uno a uno, todos tus trocitos.
Grita y agriétate. 
Que ya lavaremos con las canciones de siempre las heridas que queden abiertas y coserlas será tarea fácil si enhebramos con cuidado nuestras risas.
Deja que el miedo te destruya por dentro. Hazte la muerta. Que piense que ha ganado la partida.
Le daremos la vuelta al marcador en el último segundo. Factor sorpresa.
Sufre hipotermia, baila de frío.
Que yo ya voy tejiendo una manta de abrazos para este invierno que no avisó.
Tápate la cara con las manos.
Que pregunten los curiosos. Les diremos que el mundo no está preparado para asomarse a tus ojos. Que no lo intenten.
Aprieta los labios. Fuerte.
Que nos duela verte. Que sabremos que estarás sanando.
Deshazte en suspiros.
Que pueda notarte en el aire.
Pasa las noches en vela.
Que descifraremos en el techo las historias que nunca sucederán.
Ponle nombre al nudo de tu garganta.
Lo cuidaremos y lo sacaremos a pasear.
Vuelve a leer el libro más triste con el que te hayas encontrado.
Y vuelve a contarme el final, que yo te estaré escuchando.
Vuelve
a
hacer
crack.





miércoles, 4 de noviembre de 2015

Mariposas en el cuello

Tengo

mariposas en el cuello,

y es tan difícil disimular

cuando miras.



Tengo

un ejército de pestañas

con síndrome de abstinencia

si te callas.



Tengo

el amor en una maceta en el balcón

y le pongo tu risa

para que crezca.



Tengo

vértigo de tus párpados,

nunca estuve acostumbrada

a las alturas.



Tengo

mi centro de gravedad

esperando a que apuntes, dispares

y me tumbes.



Tengo

todos los años que nos quedan

esperando  que vengas

para irnos a celebrarlo.



Tengo

desnudez de sobra

para andar descalza

por tu cocina.



Tengo

mariposas en el cuello

y esta vez no quiero disimular

si me miras.