domingo, 15 de abril de 2012

No estoy para nadie, no estoy en tu piel.

Creo que ni si quiera te acuerdas de que existo, y no sabes lo que me gustaría cambiar eso. Tampoco creo que sepas de la existencia de mis suspiros, esos que exhalo cada vez que una canción me graba a fuego tu nombre. Ni sabrás que existen las ganas de armarme de valor y poder volver a hablarte: "¡Cuánto tiempo! Se ha hecho eterno sin ti." Repaso cada momento, día, tarde, noche, hora, minuto, segundo, sonrisa, abrazo, carcajada, mirada, sueño en los que estuve contigo, es la única forma de sentirte cerca. Sinceramente, no me acuerdo a qué olían tus abrazos, y las historias escondidas tras tu sonrisa, buscan apartarse de mi memoria. Pero quiero que eso cambie, quiero volver a contemplar atónita las comisuras de tu boca elevarse y quiero inspirar muy hondo cuando esté entre tus brazos. Pensar que ser valiente es escribir todo esto y cambiar de opinión al verte y no ser capaz ni de aguantarte la mirada. Y sentir eso de tener calor y notar las manos frías, eso de querer acercarme a ti y que mis piernas no se muevan, eso de querer sonreír y conseguir solo morderme el labio inferior.
 Qué más va a dar todo esto, si ni quiera sabes la existencia de este texto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario