Lo siento. Me disculpo antes de actuar, porque, conociéndome, sé que haré daño. No sé todavía a quién ni cómo, pero lo siento. Toda decisión tiene su consecuencia, puede ser buena o mala. También me disculpo por no entender por qué nos quedamos con las consecuencias malas, ¿queremos amargarnos? ¿Dónde están todos esos rollos de "quiero ser feliz y a la mierda todo"? No se puede, no puede importarte una mierda todo. Por el simple hecho de ser persona, sientes, y si sientes, tienes preocupaciones. ¿Sabes? A veces no me importaría no tener preocupaciones y hacer caso a eso que dicen de "Carpe Diem", pero, sé que habrá un mañana, y sé que entonces, en ese mañana, veré las consecuencias del ayer. Quizás el pensar y el meditar tan fríamente las cosas me esté privando de muchas oportunidades, pero, ¿y si esas oportunidades solo traen consecuencias malas? Sigo pidiendo perdón por no saber qué es lo que tengo que hacer para tener a todo el mundo contento, pero, en ningún momento el mundo me ha pedido perdón a mí por no tenerme contenta.
¿Sabéis qué os digo? Que a la mierda todo, ya tendré tiempo de arrepentirme mañana.
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