miércoles, 7 de noviembre de 2012

Save the last dance for me.

Es una vida que has querido más que a la tuya propia, una vida al lado de la cual has imaginado un futuro, una vida a la que querías abrazar y sujetar con fuerza, una vida que querías que estuviese al despertar al otro lado de la almohada, viendo cómo dormías, una vida que querías que te hubiese dado las buenas noches el resto de tu vida. Ahora, ya ni si quiera hay ningún tipo de relación entre su vida y la tuya. Sabes que se ha ido, que ya no estudia en el mismo lugar que lo hacía antes. Sabes que esa vida, esa persona a la que tú habías querido en silencio durante tanto tiempo, se está autodestruyendo. Que la presión social ha cambiado su forma de comportarse, que toma sustancias que antes no concebía tomar, que la escala de sus principios que creías tan firme ha dado un vuelco, toda la madurez que solía presentar a la hora de hablar brilla actualmente por su ausencia.
Pero sigues queriendo su vida como tu vida.

2 comentarios:

  1. Querida mia, es muy bonito y emotivo. Al leerlo me
    viene a la mente una persona cercana a mí.
    Esta claro que la madurez no se demuestra hablando.

    ResponderEliminar
  2. Jajajajaja :D
    Sí, va por esa personita, pero bueno...
    La madurez también puede demostrarse hablando, pero no es suficiente.
    A mí también me parece fuerte ;)

    ResponderEliminar