jueves, 4 de julio de 2013

Todo lo que he perdido por ser un estúpido y tomar lo que no debo.

Siempre tuvieron una relación difícil. Él era de orgullo fuerte, aunque ella tenía un perdón inmenso. Su rebelde adolescencia les causó muchos problemas, ahora maldice sus hormonas en ebullición. Tal día como hoy, le ha dado por recordar cuando caminaban por la calle agarrados de la mano. Ha venido a su memoria cómo le retiraba su rebelde flequillo antes de darle un beso en la frente cada noche. Hoy ha decidido hacerle una visita, tiene algo que contarle, después de tanto tiempo sin hablar:
  
<<Hola mamá. Sé que ha pasado mucho tiempo y que quizás no te alegre escucharme, pero no puedo vivir sin estar en paz contigo. También sé que cuando tú te marchaste vivíamos una situación difícil de la que solo yo tengo la culpa y, a la vez que tú exhalabas tu última bocanada de aire, me juré solucionarla. Y vengo precisamente por eso, para contarte que ya se ha acabado todo, mamá. Llamé a mis hermanos poco después de tu muerte y, al contrario de lo que yo esperaba, me prestaron toda la ayuda que necesité. Tienen el corazón casi tan grande como el tuyo. Ya no vivo sumido en aquel infierno que me consumía por dentro si yo no lo consumía, mamá. Nos ha costado años de llantos, discusiones, mentiras y más mentiras por mi parte. Yo quería salir de ahí, quería dejarlo, mamá, pero me tenía atrapado en su tela blanca. Intentaba huir, pero de repente sorprendía a mis pies caminando hacia el que era "mi amigo" porque me hacía precio después de tantos años, ¿sabes?  Antes de que me diese cuenta, tenía unos gramos en el bolsillo y unos cuantos billetes menos. Sabía que estaba mal, mamá, pero me era imposible pasar sin ella. Era un amor no correspondido, yo lo daba todo por ella: mi dinero, discutía con mi familia, perdí amigos, te perdí; pero ella lo único que hacía era dañarme: me pasaba las noches en vela cuando no la tenía y, cuando la tenía, también me era imposible dormir, cada vez me hacía necesitar más y más cantidad, más y más problemas. Pero eso ya se ha acabado, mamá. Quizás llego un poco tarde, pero por fin puedo decir que lo he superado. Espero que puedas perdonarme por todo el daño que te hice, no te merecías el calvario que te hice caminar de mi mano, tú, que lo diste todo por mí. Perdóname, mamá."
Una suave brisa le retiró el flequillo, se estaba haciendo de noche.

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