Sonrío por un roce,
porque en nosotros no hace el cariño [evidente],
hace la felicidad [inmensa].
Me quedo a vivir entre los pliegues de tu sonrisa,
con lo que me gusta taparme y ponerme hasta arriba [de ti].
Me das calor incluso cuando tienes las manos frías,
porque eres casa,
donde nunca nieva y solo llueve cuando hay sueño.
Elijo una de esas canciones que no paras de cantar para que suene
[en ti y en mí]
la vida entera.
Y las ganas me sobran, me desbordan, me ahogan...
No, por favor, no te pongas serio, que me destapas.
[Vuelve a salvarme].
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